Mantenimiento fosos ascensor: bombas de achique e impermeabilización
La presencia de agua en los fosos de ascensor representa un riesgo para la seguridad de la instalación, su mantenimiento y la misma salubridad del equipamiento.
El mejor consejo que podemos dar a los responsables de un ascensor, en una empresa o una comunidad de vecinos, es garantizar la impermeabilizacion y estanqueidad de la parte más baja de la instalación de ascensor
La fórmula más usada para garantizar que no entre agua al foso del ascensor es la aplicación de mantas de bentonita y láminas asfálticas, más o menos, flexibles y con espesores variables.
La presencia de agua en los bajos de los huecos de los ascensores puede contribuir, a la larga, a la degradación de los apoyos sobre los que se sustenta el elevador o los muelles de seguridad contra impactos. Asimismo, también es susceptible de generar malos olores.
Pero la impermeabilización de fosos de ascensor es la solución para uno de los problemas. El riesgo de anegación súbita por agua de lluvia o la presencia de pequeñas cantidades de agua (por fugas en pisos superiores) son riesgos latentes. Con la dificultad que supone que el foso de agua esté situado en una zona a la que solo puede acceder el personal de mantenimiento.
Las soluciones para la acumulación de estas aguas son las bombas de achique, que deben ser consideradas, de alguna manera, como residuos peligrosos. Pero, para instalar las bombas de achique, también hemos de considerar varios criterios, si queremos garantizar su eficacia.
- En primer lugar, has de tener en cuenta que las bombas de achique no pueden conectarse a la red de alcantarillado para evacuar las aguas. La abundante acumulación de gases en la red pública y su presión añadida pueden introducirlos en el foso de forma peligrosa. En este caso, los malos olores son el inconveniente menor. La solución es dejar el agua que ha invadido el foso en un depósito intermedio de almacenamiento cuyas aguas, en su caso, se puedan extraer, derivar y preparar para su tratamiento.
- En segundo lugar, ese depósito debe tener la suficiente capacidad de reserva para responder a las necesidades de evacuación y adoptar un dispositivo que ofrezca garantías de que el caudal no retornará al foso o a sus aledaños.
- En tercer lugar, el sistema de drenaje debe funcionar de manera automática y sin intervención humana. Por último, es deseable, dadas las pequeñas dimensiones del área del fondo de los ascensores, que las bombas de achique cuenten con un área de inspección que facilite ver el estado del equipo, sin desmontar sistemas, accesos, estructuras y soportes.
Los fosos de los ascensores suelen ser espacios a los que no se les dedica la atención suficiente, por su condición de zonas confinadas. Pero, como has podido comprobar, su mantenimiento es muy importante.
En Isurbide disponemos de la tecnología y equipo humano cualificado para achicar agua de fosos de ascensor y proceder a su impermeabilización.