Limpieza y localización de arquetas
Desde la llegada del agua a las casas, todos los hogares cuentan con una instalación de tuberías. Las uniones de estas tuberías se llevan a cabo mediante arquetas, tuberías en forma de esquinas en las que se suelen acumular los residuos sólidos, pudiendo provocar malos olores y atascos. Por esta razón, la limpieza de arquetas se hace indispensable cada cierto tiempo. Esta limpieza solo es posible después de la localización de arquetas, ya que estas se encuentran dentro de las paredes o suelos.
¿Cómo se lleva a cabo la limpieza y localización de arquetas?
Para poder hacer la limpieza correcta de las tuberías, es imprescindible localizar dónde se encuentran. Esta tarea se puede llevar a cabo mediante diversas técnicas, pero la más puntera en la actualidad es la utilización de un detector de ultrasonidos, que es capaz de localizar incluso las arquetas ocultas.
Estos equipos de ultrasonidos funcionan a partir de la emisión de frecuencias en el espectro de sonidos no detectable por el oído humano. Este sistema es utilizado por ejemplo por los murciélagos para sustituir su visión, de manera muy efectiva.
Una vez que se haya localizado el lugar donde se encuentra la arqueta gracias al sistema de localización de arquetas, el siguiente paso es marcar dónde se encuentra, ya que antes de proceder a la limpieza se ha de efectuar un registro de la localización de cada arqueta a limpiar. Esta técnica también serviría para subsanar averías o pérdidas de agua deslocalizadas.
Ventajas del detector de ultrasonidos
La principal ventaja de la detección por ultrasonidos radica en que permite evitar obras de albañilería, ya que mediante otras técnicas es necesario picar el suelo repetidamente hasta encontrar y acceder a la arqueta. Esto también presenta un problema añadido: después de la reparación o limpieza se ha de volver a instalar el suelo destruido durante la operación.
Ya sabemos cómo detectar la arqueta, ahora la siguiente pregunta es: ¿cómo accedemos a esta? Pues bien, una vez conocida la ubicación de la tubería a tratar, se procede a picar el suelo exactamente en el lugar donde esta se encuentra, pues gracias al detector conocemos la ubicación y la profundidad exacta donde se aloja.
Una vez hemos accedido a la arqueta, se procederá a la limpieza de la forma habitual, es decir, se desmonta la arqueta y se vacía de su contenido en sólidos, estando de nuevo lista para su funcionamiento óptimo.
En el caso de avería, se procedería a la retirada de la arqueta y la instalación de una nueva, consiguiendo que la instalación de fontanería vuelva a funcionar como el primer día.
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